Amarse y sentirse amado

13/7/07


El primer mandamiento de la ley de Dios es “amarás a Dios sobre todas las cosas” . A tenor de este mandato se nos ha inculcado siempre que debemos amar a Dios pero no se nos ha hecho caer en la cuenta que para mejor amarlo tendríamos que ser concientes que somos amados por Él, que Él nos amó primero y que su amor es inimaginable. La experiencia de sentirse amado hace brotar espontáneamente la correspondencia a ese amor. Algo parecido ocurre con el otro mandato “amarás al prójimo como a ti mismo” que junto con el anterior sintetizan toda la ley. Si nos fijamos en este mandato la medida del amor al prójimo es la medida con la que nosotros nos amamos a nosotros mismos. Esto no es egoísmo, al contrario, es la premisa necesaria para obrar en caridad porque lo que no tenemos no lo podemos dar. Por lo tanto, procuremos meditar en ese amor de Dios hacia cada uno de nosotros y no olvidemos en amarnos para poder amar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El Shema Yisrael.
Escucha Israel.

Anónimo dijo...

AMARÁS A TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN, CON TODA TU ALMA Y CON TODA TU FUERZA.

1.-Queden en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy.

2.-Se las repetirás a tus hijos, le hablarás de ellas tanto si estás en casa como si vas de viaje, así acostado como levantado.

3.-Las escribirás en las jambas de tu casa y en tus puertas, para que vuestro días y los días de vuestros hijos en la Tierra que Dios juró dar a vuestros padres sean tan numerosos como los días del Cielo sobre la tierra.

4.-Poned estas palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, atadlas a vuestra mano como una señal y sean como una insignia entre vuestros ojos.

Anónimo dijo...

Shema Israel Adon-ai eloheinu Adon-ai ejad

Baruj shem kevod maljuto leolam vaed

Veaavta et Adon-ai eloheja vejol levavja, uvejol nafsheja uvejol meodeja. Vehaiu hadvarim haele asher anoji metzavja haiom al levaveja, veshinantam levaneja vedivarta bam beshivteja beveiteja uvelejteja baderej uveshojveja uvekumeja. Ukshartam leot al iadeja veahiu letotafot bein eineja, ujtavtam al mezuzot beiteja uvisheareja.

Anónimo dijo...

¿Que más prueba de amor que esta?
La unidad.