La piedad Eucarística

12/7/07


Soberano Jesús sacramentado
Sea por siempre bendito y alabado

Una de las consecuencias de la secularización galopante que vivimos es la pérdida de prácticas piadosas. Lejos de ñoñerías y sentimentalismo, debiéramos recuperar gestos, costumbres etc. que se han ido perdiendo como, por ejemplo, visitar a Jesús sacramentado reservado en el sagrario, hacer un gesto de adoración cada vez que pasemos o nos encontremos en su presencia, si no podemos visitar físicamente una Iglesia, al menos, hacerlo con el pensamiento, arrodillarse en la consagración, etc. Los sacerdotes, por su parte, debieran exponer el Santísimo en la custodia frecuentemente, organizar vigilias de adoración nocturna y otras tantas formas de piedad eucarística que enriquecerán nuestras vidas.
Jesús sacramentado es Jesús mismo, es Dios, no lo olvidemos.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso, eso ¿Y por qué no se hace?
Adoración nocturna, me encanta.

Anónimo dijo...

Con mucho silencio, que haya un silencio que no se oiga ni a una mosca...
OH! ¡que maravilla!

Anónimo dijo...

En una Iglesia antigua, con muros enormes y que no dejen traspasar ni un ruidito.
¿Por qué no se harán ya Iglesias así?
Como por ejemplo, La Almudena.

Anónimo dijo...

Que las puertas no se oigan, que esten separadas para que nada rompa el silencio con Dios.
Cuando mejor estás hablando con el Señor, se oye chirriar una puerta y te rompe todo.

Anónimo dijo...

Bueno, creo que soy muy particular para las cosas del Señor, la gente no es tan delicada como yo para eso, pero a mí me moletan los ruidos.
No soporto estar en sitios donde hay mucha gente y mucho ruido, me mareo, me aturde.

Anónimo dijo...

Por eso detesto cuando tengo que ir a grandes almacenes o Centros Comerciales, los evito todo lo que puedo, creo que hacen mucho daño al alma.

Anónimo dijo...

La gente no se da cuenta de esas cosas, pero yo si.
Por eso este mundo está totalmente confeccionado para aturdir, sobre todo las grandes ciudades.
Parece que lo hacen a drede.

Anónimo dijo...

Los sacerdotes, por su parte, debieran exponer el Santísimo en la custodia frecuentemente, organizar vigilias de adoración nocturna y otras tantas formas de piedad eucarística que enriquecerán nuestras vidas.

Anónimo dijo...

Si, es verdad, es maravilloso entrar en una Iglesia y encontrarse expuesto al Santísimo, cuanto se aprende de pasar horas con el Señor, El está deseando de enseñarnos cosas del Cielo para que aprendamos a vivir amando, no odiando, para enseñarnos todo lo que ya está escrito, pero aún así, El no deja de predicar, nunca debemos dejar de predicar nosotros tampoco, aunque a mí me cuesta bastante, yo soy mas de escuchar.
Lo que el SEÑOR nos enseña no sólo es para nosotros, sino también para que los proyectemos en los demás, hay hermanos que les cuesta más la oración en soledad, la contemplación, pero nosotros podemos ayudarles, llevarles a que tengan intimidad con el Señor.
Un ratito con el Señor en la intimidad es el mejor tesoro que podemos encontrar, El es el Gran Tesoro, el único tesoro que hay en este mundo, pues todo lo recibimos de El.
Gracias Señor por todo lo que nos das.