Confiar es fiarse de algo o de alguien.
La confianza es un elemento esencial para comenzar y profundizar en la oración. Yo la entiendo, referida a Dios, como abandonarse totalmente en Él, en su Amor ilimitado, liberándote de mil preocupaciones vanas y ocupándote de lo que realmente importa. Quien confía se siente libre, se deja amar y transformar, no desespera y no tiene miedo. En el plano humano una relación de desconfianza no tiene futuro, está llena de tensión, de egoísmo e incertidumbre. En nuestra relación con Dios ocurre lo mismo, es por ello que no confiar en Él es la raíz misma del pecado porque te impide profundizar en su Amor y llenarte de su Gracia.
30 comentarios:
Buenos días Ignacio.
Pues yo además de confiar en Dios, siempre he confiado mucho en la gente y sigo teniendo confianza en la gente que conozco, que me rodea.
Pero de unos meses para acá, me han hecho mucho, muchísimo daño y me ha cambiado el carácter. La alegría que siempre he llevado se ha convertido en tristeza ¿qué pedo hacer?
Siento tanta tristeza en mi corazón, que las lágrimas me salen solas.
perdón:
¿Que puedo hacer?
Si habiéndote hecho tanto daño que te sintieras triste hasta morir y aún así, ni en la oración encontraras consuelo ¿Tú que harías?
Jesús les dijo que estaba triste. Les hace una pregunta y les da la
respuesta. "Ahora todo mi ser está angustiado, ¿y acaso voy a decir:
Padre, sálvame de este trance'?
¡Si precisamente para este trance he venido!
Eso indica que Jesús sabía que iba a morir. Pero más que eso,
Jesús sabía exactamente como iba a morir. ¡Sabía que iba a ser
crucificado y levantado sobre una cruz de madera!
Padre nuestro que estás en el Cielo...
Padre, sálvame de este trance.
Edificaste una torre
para tu huerta florida;
un lagar para tu vino
y, para el vino, una viña.
Y la viña no dió uvas,
ni el lagar buena bebida:
sólo racimos amargos
y zumos de amarga tinta.
Edificaste una torre,
Señor, para tu guarida;
un huerto de dulces frutos,
una noria de aguas limpias,
un blanco silencio de horas
y un verde beso de brisas
Y esta casa que es tu torre,
este mi cuerpo de arcilla,
esta sangre que es tu sangre
y esta herida que es tu herida
te dieron frutos amargos,
amargas uvas y espinas.
Esto es lo que ha pasado.
Pero de unos meses para acá, me han hecho mucho, muchísimo daño y me ha cambiado el carácter. La alegría que siempre he llevado se ha convertido en tristeza.
- Porque me sentía esclava dentro de un mundo de esclavos y Dios me hizo libre para que fuera féliz, no para que volviera a ser una esclava, por eso me trajo aquí.
Porque me ama tanto que no desea verme triste, sólo quiere que sea feliz con El, que me dió la libertad hace ya mucho tiempo.
¿Cómo iba a permitir que volviese a vivir esclava de los propios esclavos?
Núnca.
Cuando alguién ama de verdad a una persona, sólo desea hacerla féliz y verla sonreir, no le da ni el más mínimo de los disgustos, ni la contraría en nada, sólo habla con ella.
Como Cristo hace conmigo sólo me ama y me habla.
Juan Pablo II:
Yo tampoco quiero la esclavitud.
Ni la humillación por el simple hecho de gozar. La maldad en los corazones no tiene excusa.
El que os escucha, a Mí me escucha; el que os rechaza, a Mí me rechaza.
El humillado será ensalzado.
Y el que se ensalza, será humillado.
y esta herida que es tu herida
te dieron frutos amargos,
amargas uvas y espinas.
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Está amenaza de virus me entra en mi PC cada vez que habro el blog, Ignacio, me dificulta mucho la labor del ratón y la de escribir, por favor te ruego que lo soluciones, además de que constantemente he de pasar el antivirus porque no me deja continuar.
¡Por favor! NO.
No entiendo qué está pasando, había eliminado ese virus, no había habierto ningún sitio en Internet, pero se me ha ocurrido volver a pasar el antivirus y otra vez estaba ahí el virus.
¿Que está pasando? ¿Quien está manipulando mi ordenador?
¿Fortea?
Tened cuidado Fortea es como Nietzsche.
Es un Anticristo.
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No se que ponéis en vuestros ordenadores, pero si no lo quitais no voy a poder seguir, lo he dicho muchas veces, no puedo utilizar el ratón y me pongo nerviosa, dejadme trabajar tranquila y que pueda estar centrada.
Vuelvo a decirtelo Ignacio y Cia, con los aparatos que ponéis a vuestros ordenador estáis fastidiando el mío, aún lo estoy pagando, si se estropea, se acabó la Misión, porque yo no me puedo comprar otro.
¿Entendido?
Me lo compré porque el Señor me lo pidió, luego entendí para lo que era.
La Luz núnca camina entre el dinero, la oscuridad si.
¿Acaso creéis que la Sagrada Familia de Nazaret era rica?
Pues no, no era ni mucho menos rica.
¿Creéis que Jesucristo tenía dos pares de sandalias?
Pues no, sólo tenía un par.
Y no porque fueran otros tiempos, sino porque el Hijo de Dios quiso nacer entre la luz y no entre la oscuridad.
Pudo haber nacido rico, pero El con eso quiso dejarnos también el camino a seguir.
¿Creéis que a la Sagrada Familia o a los Santos les gusta entrar en esos blogs tan ostentosos en su forma de expresar la vida, pues no.
Ellos aunque estemos en el siglo XXI y la técnica halla avanzado, les sigue gustando a todos, entendéis a todos, lo sencillo y humilde.
Lo mismo alguno piensa que a Dios se le ha parado el reloj, pues se equivoca, a Dios no se le ha parado el reloj, somos nosotros los que hemos desquiciado el avance.
Dios quiere que diga mas cosas sobre esto, pero me tengo que ir a preparar la palabra.
Hasta luego.
Ignacio, por favor otra vez has puesto el aparato ese.
Que se me fastidia el ordenador.
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