La transmisión de la Fe

7/6/07



La transmisión de la fe se ha convertido en un grave problema y en un reto para toda la Iglesia.
A pasos agigantados avanza la secularización en nuestra sociedad como una gran apostasía silenciosa pero patente; disminución de vocaciones a la vida sacerdotal, a la vida religiosa, al matrimonio y a la vida cristiana en general.
El problema, al igual que un poliedro, tiene distintas caras y distintas causas. Quizás la causa principal sea la pérdida del sentido trascendente de la misión de la Iglesia y de la vida misma. La dimensión espiritual – contemplativa que todo ser humano posee está siendo solapada por el materialismo, la avidez, el alejamiento de la naturaleza, del silencio etc… Por otra parte, en distintos ámbitos de la Iglesia, tras el último concilio especialmente, se ha acentuado desmesuradamente la acción y se ha postergado, con igual desmesura, la importancia de la oración y la liturgia. La Iglesia es entendida hoy por muchas personas como una gran ONG o como una poderosa empresa pero no es entendida como Sacramento de Salvación, no es entendida como Iglesia Peregrina que tiene su meta en la Iglesia Triunfante que, junto con la Iglesia Purgante, forman, en su conjunto, la totalidad de la Iglesia.

Mejorar la formación de los fieles mediante planes catequéticos bien estructurados, crear espacios de espiritualidad donde enseñar a orar y a profundizar en la experiencia de la Fe, tomar conciencia del papel fundamental que juegan las familias y, sobre todo, ser verdaderamente coherentes con el Evangelio en nuestro día a día son algunas de las soluciones para revertir esta situación.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no pretendo hacer daño a nadie, lo juro, aunque a mí me lo hayan hecho, eso no me importa ya, sólo quería que la voluntad de Dios se hiciera, pero no puedo hacer nada ante el mandato Divino, sólo rezar, no puedo hacer nada más.

Pero no le deseo mal a nadie, ni al Padre ni al resto, a nadie.

Ojalá que lo entiendan.

Anónimo dijo...

En mi vida he hecho daño ni a una mosca, por lo menos queriendo, tal vez lo haya hecho sin querer, eso no lo sé.
No pretendo hacer nada malo a nadie, no siento rencor por nada, de verdad.
Si a alguién he hecho daño lo siento.

Anónimo dijo...

¡Hola!
¿Sabes lo que me gusta de este blog?
Que en tu perfil no pones nada tuyo, aunque como soy bastante curiosona, sí que me gustaría saber más cosas de ti.

Anónimo dijo...

Eso dice bastante a tú favor, no te anuncias y eso me gusta.

Anónimo dijo...

Otros blog, dicen: Soy escritor, folósofo, poeta, soy alto, rubío y con los ojos azules, vamos hasta el número de zapato que gasta.
Los libros, las pelis, creo que hasta cuando van al cuarto de baño.

Anónimo dijo...

Sin embargo tú sólo has hablado de la fe y además es verde el blog.

"Me gusta lo verde"

Eso dice bastante en tu favor que desees pasar tan desapercibido, signo de humildad y sencillez, yo por mas que lo deseo, no lo consigo. Todo el mundo dice mis cosas y mi nombre y eso me pone furiosa porque no me gusta.

¿Lo entiendes verdad?

Creo que hasta Dios me obliga a veces a hablar, pero no me gusta, me gusta la soledad, aunque ya me estoy acostumbrando, a todo se acostumbra una.

Anónimo dijo...

Aunque comprendo que la comunicación si que es importante para conocerse.