Visitando el blog Laetare Jerusalem he conocido el origen etimológico de la palabra Providencia. La verdad es que nunca había reflexionado sobre su origen y ese desconocimiento me impedía entender la riqueza de esta palabra.
La palabra Providencia procede de los términos latinos pro videntia que literalmente se traduce como "mirar por". Por lo tanto, la Providencia Divina no es otra cosa sino el hecho de ser mirados por Dios, cuidados por Él, no sólo a nosotros si no a la creación entera, como los padres que observan siempre al hijo para evitar que se pierda, que se haga daño, para atender sus necesidades... para conducirnos, como nos recuerda el Catecismo de la Iglesia, hasta nuestro fin último.
Sabernos siempre en su Presencia, aún cuando estamos en pecado, debe llenarnos de gran alegría y de gran confianza.
La palabra Providencia procede de los términos latinos pro videntia que literalmente se traduce como "mirar por". Por lo tanto, la Providencia Divina no es otra cosa sino el hecho de ser mirados por Dios, cuidados por Él, no sólo a nosotros si no a la creación entera, como los padres que observan siempre al hijo para evitar que se pierda, que se haga daño, para atender sus necesidades... para conducirnos, como nos recuerda el Catecismo de la Iglesia, hasta nuestro fin último.
Sabernos siempre en su Presencia, aún cuando estamos en pecado, debe llenarnos de gran alegría y de gran confianza.
4 comentarios:
La Divina Providencia que tiene un plan de amor para nuestra vida. A través de todos los acontecimientos, nos demuestra su amor personal.
Deberiamos siempre preguntarnos PARA QUE y no -por que- en cada situacion que nos toca vivir.
Recordar siempre que YO SOY PROVIDENCOA PARA OTRO. Somos instrumentos en manos de Dios.
Unidos en la oracion.
Bonita palabra y bonita aclaración, gracias, Ignacio por enseñarnos un poquito más cada día.
Un saludo
Gracias por dejar tu huella en mi blog. Espero que vuelvas.
Por cierto, muy interesante lo de la Providencia...Me quedaré a leerte un rato.
Gracias.
Javi
Nosotros deberíamos aprender muchas veces a "mirar por" también, que parece que a veces se nos olvida.
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