La imagen que encabeza este post es la de una advocación mariana que he conocido hace pocos días, y que me ha parecido muy significativa, pues, metafóricamente, expresa el papel mediador que tiene nuestra Madre del Cielo. Se trata de la Virgen de los Nudos. Ella, la Virgen, intercediendo por nosotros va deshaciendo los “nudos” de nuestra vida, ¡qué hermoso!.
Como rezamos en la Salve, María es madre de misericordia y abogada nuestra, roguémosle para que con su ayuda seamos transformados en este tiempo de Cuaresma y, de alguna forma, "resucitemos" a una vida nueva con la celebración de la Pascua.
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