En este tiempo de Pascua celebramos, recordamos y actualizamos aquel acontecimiento fundamental para nuestra fe en Cristo; su Resurrección de entre los muertos. Ser consciente de que Cristo resucitó, es decir que está vivo, cambia totalmente nuestra perspectiva vital. Desgraciadamente, no hemos asumido ese hecho, decimos que creemos en su resurrección pero vivimos como si estuviera muerto. En nuestro oración en este tiempo Pascual debiéramos pedir la gracia de saber que Cristo vive, que nos acompaña en nuestro peregrinar por este mundo, que podemos relacionarnos con Él. La resurrección de Nuestro Señor hace que nuestra fe no sea vana, es cimiento sólido para nuestra esperanza y prueba inefable del amor de Dios.
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2 comentarios:
Ignacio:
Gracias por visitar el blog de los madrugadores de Concón, en verdad, como dices, tratamos de hacer una comunidad de fe, que con esfuerzo y la gracia de Dios, crecemos en el Señor.
Sobre tu comentario de la Casulla Sacerdotal, es verdad que es parte del ornamento litúrgico de un sacerdote; pero si mal no recuerdo, al ordenarme sacerdote, el Obispo entrega la Estola como signo sacerdotal: de hecho, en sacramentos como la confesión, se utiliza solo la estola, lo mismo en la Unción de Enfermos; lo que confirma que el signo sacerdotal desde hace mucho fue la Estola, y que la Casulla entró a formar parte del ornamento litúrgico por motivos que la verdad desconozco. Es verdad que muy pocas veces utilizo la Casulla, pero jamás la he suprimido o abandonado. Cuidate. Bendiciones.
Felices Pascuas, y si pidamosle a Dios la gracia de saber verlo resucitado especialmente en nuestro hermanos. -Como nos cuesta eso-
Un abrazo
hasta cada oracion, Teresa
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