
"Seamos sinceros: la capacidad de suscitar vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa es un signo seguro de la salud de una Iglesia local… Dios sigue llamando a los jóvenes, pero nos corresponde a nosotros animar una respuesta generosa y libre a esa llamada… En el Evangelio, Jesús nos dice que se ha de orar para que el Señor de la mies envíe obreros...; pienso muchas veces que la oración —el unum necessarium— es el único aspecto de las vocaciones que resulta eficaz y que nosotros tendemos con frecuencia a olvidar o infravalorar.
No hablo solamente de la oración por las vocaciones. La oración misma es el medio principal por el que llegamos a conocer la voluntad de Dios para nuestra vida. En la medida en que enseñamos a los jóvenes a rezar, y a rezar bien, cooperamos a la llamada de Dios… Los jóvenes, si saben rezar, pueden tener confianza de saber qué hacer ante la llamada de Dios. Y con la oración, la transparencia del convencimiento."
2 comentarios:
Rezar no es otra cosa que dirigirnos con total confianza a Aquel que sabemos que nos escucha y nos ama.Gracias.
Bonito blog. Que el Señor le guarde.
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