Suele suceder que las cosas más importantes de la vida son las que pasan más desapercibidas y a las que, quizás, menos atención prestemos. Pero ¿qué sería de nosotros si nuestro corazón estuviese enfermo o si no tuviésemos el contacto afectivo de familiares y amigos? ,sin embargo, ¿ quién se para a pensar en su corazón, que late desde antes de ver la luz de este mundo, o en el trato cotidiano con sus seres queridos?. En la Iglesia sucede los mismo; los religiosos de vida contemplativa pasan como de puntillas, parece como si no existiesen y, sin embargo, ¿qué sería de la Iglesia y del mundo sin esas miles de personas que oran constantemente realizando esa insustituible labor intercesora desde la clausura de sus monasterios?. Mañana, solemnidad de la Santísima Trinidad, se nos pide a todos que recemos por ellos, que recemos por los que rezan. Sería bueno también que apreciáramos ese tesoro que es la vida contemplativa,viven la esencia; son escuela del cristianismo genuino.
Etiquetas: oración
2 comentarios:
Hola Ignacio,
Muchas gracias por tu comentario. Tu blog es interesante creo que pasare a menudo.
Un cordial saludo
Muchas gracias a ti por visitar el blog.
Saludos cordiales.
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