
El pesebre vacío; Navidades truncadas
24/12/07

¡ Feliz Navidad !
23/12/07
Finalizando ya el tiempo de Adviento os deseo a todos, de corazón, una feliz Navidad. Aprovechemos este tiempo para meditar sobre este gran misterio de Dios hecho carne, de Dios entre nosotros. Parémonos a contemplar el Portal de Belén que hayamos colocado en nuestros hogares, que no sea un mero adorno navideño y como dijese la beata madre Teresa de Calcuta "oremos para que nuestros corazones puedan ser el pesebre que María escogerá para su hijo".
Reconócele en la Eucaristía
6/12/07

El Pastor, como reza un himno, se ha hecho pasto para alimentar a sus ovejas.
La Virtud de la Esperanza
3/12/07
La nueva encíclica del Papa, Spe Salvi, versa sobre la virtud de la esperanza. El siguiente texto está extraído de la citada encíclica e ilustra muy bien la vivencia de esta virtud.
"El ejemplo de una santa de nuestro tiempo puede en cierta medida ayudarnos a entender lo que significa encontrar por primera vez y realmente a este Dios. Me refiero a la africana Josefina Bakhita, canonizada por el Papa Juan Pablo II. Nació aproximadamente en 1869 –ni ella misma sabía la fecha exacta– en Darfur, Sudán. Cuando tenía nueve años fue secuestrada por traficantes de esclavos, golpeada y vendida cinco veces en los mercados de Sudán. Terminó como esclava al servicio de la madre y la mujer de un general, donde cada día era azotada hasta sangrar; como consecuencia de ello le quedaron 144 cicatrices para el resto de su vida. Por fin, en 1882 fue comprada por un mercader italiano para el cónsul italiano Callisto Legnani que, ante el avance de los mahdistas, volvió a Italia. Aquí, después de los terribles «dueños» de los que había sido propiedad hasta aquel momento, Bakhita llegó a conocer un «dueño» totalmente diferente –que llamó «paron» en el dialecto veneciano que ahora había aprendido–, al Dios vivo, el Dios de Jesucristo. Hasta aquel momento sólo había conocido dueños que la despreciaban y maltrataban o, en el mejor de los casos, la consideraban una esclava útil. Ahora, por el contrario, oía decir que había un «Paron» por encima de todos los dueños, el Señor de todos los señores, y que este Señor es bueno, la bondad en persona. Se enteró de que este Señor también la conocía, que la había creado también a ella; más aún, que la quería. También ella era amada, y precisamente por el «Paron» supremo, ante el cual todos los demás no son más que míseros siervos. Ella era conocida y amada, y era esperada. Incluso más: este Dueño había afrontado personalmente el destino de ser maltratado y ahora la esperaba «a la derecha de Dios Padre». En este momento tuvo «esperanza»; no sólo la pequeña esperanza de encontrar dueños menos crueles, sino la gran esperanza: yo soy definitivamente amada, suceda lo que suceda; este gran Amor me espera. Por eso mi vida es hermosa. A través del conocimiento de esta esperanza ella fue «redimida», ya no se sentía esclava, sino hija libre de Dios. Entendió lo que Pablo quería decir cuando recordó a los Efesios que antes estaban en el mundo sin esperanza y sin Dios; sin esperanza porque estaban sin Dios. Así, cuando se quiso devolverla a Sudán, Bakhita se negó; no estaba dispuesta a que la separaran de nuevo de su «Paron». El 9 de enero de 1890 recibió el Bautismo, la Confirmación y la primera Comunión de manos del Patriarca de Venecia. El 8 de diciembre de 1896 hizo los votos en Verona, en la Congregación de las hermanas Canosianas, y desde entonces –junto con sus labores en la sacristía y en la portería del claustro– intentó sobre todo, en varios viajes por Italia, exhortar a la misión: sentía el deber de extender la liberación que había recibido mediante el encuentro con el Dios de Jesucristo; que la debían recibir otros, el mayor número posible de personas. La esperanza que en ella había nacido y la había «redimido» no podía guardársela para sí sola; esta esperanza debía llegar a muchos, llegar a todos."
Las omisiones de muchos obispos.
5/11/07

Desde hace mucho tiempo he llegado a la conclusión de que la mejor pastoral vocacional que puede llevar a cabo un obispo en su diócesis es cuidar, con celo, la integridad de sus sacerdotes. Como se dice popularmente, vale más una imagen que mil palabras, por lo tanto, el sacerdote que vive su sacerdocio ministerial en comunión plena con la Iglesia y conforme a Ella será un signo en medio de la sociedad que a más de un joven le podrá hacer cuestionarse una posible vocación a la vida sacerdotal o religiosa e iniciar el discernimiento oportuno. Por desgracia, abundan muchos ministros de la Iglesia que tanto por lo que dicen como por lo que hacen son causa de escándalo, de confusión, de perplejidad etc. Quizás lo más hiriente no es la existencia de estos sacerdotes que, por ejemplo, no se ciñen a la liturgia católica, que se manifiestan contrarios a muchos aspectos de la doctrina de la Iglesia o han protagonizado escándalos de distinta naturaleza, lo más hiriente es la pasividad de muchos obispos que prefieren mirar hacia otro lado, ser condescendiente y no aplicar las medidas que el derecho canónico establece. Muchas veces se actúa cuando hay presión mediática o cuando ya la "la bola de nieve" es demasiado grande e imparable. Ante estas situaciones los fieles nos encontramos inmersos en un sentimiento de indefensión y de impunidad. Se nos prueba demasiado en la virtud de la paciencia.
Los obispos, que deben gobernar en caridad la porción del pueblo de Dios que se les encomienda, debieran cuidar mucho ese aspecto de el ministerio episcopal que es el ejercicio de la autoridad cuando sea preciso.
Ojalá los fieles laicos seamos tenidos en cuenta y se acabe esa especie de frecuente corporativismo en el clero.
Días de esperanza y oración
2/11/07
La fiesta de Todos los Santos y la fiesta de los Fieles Difuntos son muy cercanas en el tiempo y están muy relacionadas entre sí, pues los que ya gozan de la contemplación de Dios son santos y también ha muerto según la carne.
Estas fiestas son un estímulo para esforzarnos en vivir santamente así como para renovar nuestra esperanza mientras peregrinamos en este mundo.
Acordémonos, especialmente en estos días, del elevar oraciones en sufragio por la Iglesia Purgante, es decir, por todas aquellas personas que han dejado esta vida y están purificándose para poder gozar de la Gloria eterna de Dios.
Del Compendio del Catecismo de la Iglesia he extraído lo siguiente relacionado con estas celebraciones:
CREO EN LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS
194. ¿Qué significa la expresión «comunión de los santos»?
La expresión «comunión de los santos» indica, ante todo, la común participación de todos los miembros de la Iglesia en las cosas santas (sancta): la fe, los sacramentos, en particular en la Eucaristía, los carismas y otros dones espirituales. En la raíz de la comunión está la caridad que «no busca su propio interés» (1 Co 13, 5), sino que impulsa a los fieles a «poner todo en común» (Hch 4, 32), incluso los propios bienes materiales, para el servicio de los más pobres.
195. ¿Qué otra significación tiene la expresión «comunión de los santos»?
La expresión «comunión de los santos» designa también la comunión entre las personas santas (sancti), es decir, entre quienes por la gracia están unidos a Cristo muerto y resucitado. Unos viven aún peregrinos en este mundo; otros, ya difuntos, se purifican, ayudados también por nuestras plegarias; otros, finalmente, gozan ya de la gloria de Dios e interceden por nosotros. Todos juntos forman en Cristo una sola familia, la Iglesia, para alabanza y gloria de la Trinidad.
CREO EN LA VIDA ETERNA
207. ¿Qué es la vida eterna?
La vida eterna es la que comienza inmediatamente después de la muerte. Esta vida no tendrá fin; será precedida para cada uno por un juicio particular por parte de Cristo, juez de vivos y muertos, y será ratificada en el juicio final.
209. ¿Qué se entiende por cielo?
Por cielo se entiende el estado de felicidad suprema y definitiva. Todos aquellos que mueren en gracia de Dios y no tienen necesidad de posterior purificación, son reunidos en torno a Jesús, a María, a los ángeles y a los santos, formando así la Iglesia del cielo, donde ven a Dios «cara a cara» (1 Co 13, 12), viven en comunión de amor con la Santísima Trinidad e interceden por nosotros.
«La vida subsistente y verdadera es el Padre que, por el Hijo y en el Espíritu Santo, derrama sobre todos sin excepción los dones celestiales. Gracias a su misericordia, nosotros también, hombres, hemos recibido la promesa indefectible de la vida eterna» (San Cirilo de Jerusalén).
210 ¿Qué es el purgatorio?
El purgatorio es el estado de los que mueren en amistad con Dios pero, aunque están seguros de su salvación eterna, necesitan aún de purificación para entrar en la eterna bienaventuranza.
211. ¿Cómo podemos ayudar en la purificación de las almas del purgatorio?
En virtud de la comunión de los santos, los fieles que peregrinan aún en la tierra pueden ayudar a las almas del purgatorio ofreciendo por ellas oraciones de sufragio, en particular el sacrificio de la Eucaristía, pero también limosnas, indulgencias y obras de penitencia.
212. ¿En qué consiste el infierno?
Consiste en la condenación eterna de todos aquellos que mueren, por libre elección, en pecado mortal. La pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios, en quien únicamente encuentra el hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que aspira. Cristo mismo expresa esta realidad con las palabras «Alejaos de mí, malditos al fuego eterno» (Mt 25, 41).
213. ¿Cómo se concilia la existencia del infierno con la infinita bondad de Dios?
Dios quiere que «todos lleguen a la conversión» (2 P 3, 9), pero, habiendo creado al hombre libre y responsable, respeta sus decisiones. Por tanto, es el hombre mismo quien, con plena autonomía, se excluye voluntariamente de la comunión con Dios si, en el momento de la propia muerte, persiste en el pecado mortal, rechazando el amor misericordioso de Dios.
Él también es persona
21/10/07
Día de las misiones
20/10/07

Los últimos posts que he colocado han versado sobre la importancia del encuentro con el Señor, del seguimiento y a amor a su Persona. Dicho esto, y dado que hoy es el domingo del DOMUND, me parece muy oportuno hablar de una de las consecuencias de ese encuentro; la transmisión de la fe, fe esta, que ha de ser cultivada desde la experiencia e intelectualmente.
La Iglesia es ante todo Iglesia misionera. Dios es Amor y el amor, contrariamente al egoísmo, siempre hace referencia a la entrega, al otro. Cristo envía a sus discípulos a predicar el Evangelio hasta los confines del mundo y todos aquellos que se han encontrado con el Señor sienten la necesidad de transmitir la experiencia de ese encuentro. Me viene a la memoria el encuentro de María Magdalena con el Señor resucitado, ella, desbordada por la alegría, difunde la Buena Noticia de inmediato o la conversión de vida de San Francisco Javier que lo dejó todo por llevar a Cristo a los lugares más remotos. No se trata de captar personas, tampoco es cuestión de convencer (aunque debemos saber dar razones de nuestra fe), ni es cuestión de marketing, ni de aumentar estadísticas ni mucho menos, se trata de vivir y compartir el profundo gozo de la fe en todo lugar y en toda circunstancia, respetando siempre la libertad del individuo, de hecho, un cristiano verdaderamente cristiano envageliza incluso cuando calla pues su vida es un Evangelio viviente. Al igual que una flor esparce su aroma de forma natural y espontánea el cristiano esparce el buen olor a Cristo allá donde se encuentre. Desgraciadamente, la mayoría de los "cristianos" no transmiten nada porque no han vivido nada respecto a la relación con el Señor, ni tan siquiera buscan esa relación. Son esa masa de personas que son cristianas porque la cultura que les rodea es tradicionalmente cristiana. Esa masa está por evangelizar.
Sería muy injusto por mi parte, en un día como el de hoy, no recordar a las miles de personas que dejan todo para ir a tierras de misión haciendo presente a Cristo en sitios donde nunca han oído hablar de Él. Acordémonos de todos ellos en nuestras oraciones y procuremos profundizar en la relación con el Señor para así poder transmitirlo.
Encontrarse con el Señor
19/10/07

“Es necesario que planteemos el tema del ‘encuentro personal’ con Cristo en la vida de los cristianos. Muchos, demasiados, no han vivido de ninguna forma este ‘encuentro personal’. Otros, quizás muchos, sienten que les han quitado el Señor o viven como si se lo hubieran quitado y no supiesen dónde encontrarlo. Su relación con el cristianismo es relación con doctrinas, normas, preceptos y ceremonias. Pero el alma de todas estas cosas, lo que les da sentido es el conocimiento, el amor y el seguimiento de Cristo. Espontáneamente se va la memoria a las hermosas conclusiones que Juan Pablo II nos invitó a sacar del Año Jubilar 2000: El encuentro con Cristo es la herencia del Gran Jubileo. Hay un rostro para contemplar, el suyo, y un camino para recorrer desde esa contemplación, para ser Testigos del Amor.
Es el resumen y el esquema de su Carta Novo Millennio Ineunte (2001)”.
Conocer y amar
14/10/07

Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva. En su Evangelio, Juan había expresado este acontecimiento con las siguientes palabras: « Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que todos los que creen en él tengan vida eterna » (cf. 3, 16). La fe cristiana, poniendo el amor en el centro, ha asumido lo que era el núcleo de la fe de Israel, dándole al mismo tiempo una nueva profundidad y amplitud. En efecto, el israelita creyente reza cada día con las palabras del Libro del Deuteronomio que, como bien sabe, compendian el núcleo de su existencia: « Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es solamente uno. Amarás al Señor con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas » (6, 4-5). Jesús, haciendo de ambos un único precepto, ha unido este mandamiento del amor a Dios con el del amor al prójimo, contenido en el Libro del Levítico: « Amarás a tu prójimo como a ti mismo » (19, 18; cf. Mc 12, 29- 31). Y, puesto que es Dios quien nos ha amado primero (cf. 1 Jn 4, 10), ahora el amor ya no es sólo un «mandamiento», sino la respuesta al don del amor, con el cual viene a nuestro encuentro.
Conocer al Señor
10/10/07
El Señor es mi pastor,nada me falta;
Preparas una mesa ante mí
"Al final de una cena en un castillo inglés, un famoso actor de teatro entretenía a los huéspedes declamando textos de Shakespeare. Después se ofreció a que le pidieran alguna pieza extra. Un tímido sacerdote preguntó al actor si conocía el salmo 22. El actor respondió: ‘Sí, lo conozco, pero estoy dispuesto a recitarlo con una condición; que después lo recite usted’. El sacerdote se sintió incómodo, pero accedió. El actor hizo una bellísima interpretación, con una dicción perfecta: ‘El Señor es mi Pastor, nada me falta...’ Al final, los huéspedes aplaudieron vivamente. Llegó el turno al sacerdote, que se levantó y recitó las mismas palabras del salmo. Esta vez, cuando terminó, no hubo aplausos, solo un profundo silencio y el inicio de lágrimas en algún rostro. El actor se mantuvo en silencio unos instantes, después se levantó y dijo: ‘Señoras y señores, espero que se hayan dado cuenta de lo que ha sucedido esta noche: yo conocía el salmo, pero este hombre conoce al Pastor”.
(Extraído del blog "soy cristiano")
La oración del Rosario
7/10/07


Soneto
1/9/07
Hoy te entierras en mí con propia mano,
Tierra te cubre en mí, de tierra hecho;
Tu nombre Señor
29/8/07

Perú
24/8/07

Aunque ya han pasado unos días desde que ocurrió la tragedia quisiera hacer un llamamiento, desde este modesto blog, a la oración por Perú. El terrible terremoto que ha sacudido parte de este país sudamericano ha dejado centenares de fallecidos, familias rotas por la pérdida de seres queridos, de sus casas, de sus pueblos, etc.
Oremos, pues, por ellos, para que el Señor mueva los corazones y haga que las naciones se involucren en la reconstrucción, para que todas las víctimas se sientan reconfortadas, esperanzadas, para que la luz de Cristo ilumine sus vidas y para que todos los difuntos descansen en paz.
La oración de toda la Iglesia
22/8/07

"La Liturgia de las Horas es la oración de la Iglesia que alabando a Dios e intercediendo por los hombres, prolonga en la tierra la función sacerdotal de Cristo. Ahora bien, la Iglesia la forman todos "aquellos hombres a los que Cristo ha hecho miembros de su Cuerpo, la Iglesia, mediante el sacramento del bautismo", no únicamente una parte de ellos; por consiguiente, la Liturgia de las Horas "pertenece a todo el cuerpo de la Iglesia", no sólo a los sacerdotes y religiosos contemplativos, como se ha venido pensando durante los últimos siglos. La capacitación para tomar parte en esta oración no es, por tanto, consecuencia del sacramento del orden ni de la profesión monástica, sino del bautismo y de la confirmación. La entrega del Padrenuestro a los catecúmenos, tal como se realiza en la iniciación cristiana de adultos, viene a ser como el rito expresivo de que todo bautizado recibe la misión de orar en nombre y como miembro de la Iglesia. Este libro que la Iglesia pone en manos de los fieles quiere, pues, devolver la oración eclesial a sus verdaderos destinatarios, es decir, a todos los bautizados."
La Iglesia recomienda insistentemente a todos los laicos el rezo de la Liturgia de las Horas. Os animo a ello aunque solo sea con el rezo de las dos principales horas; Laudes y Vísperas. Para ello tenéis habilitado un enlace en este blog.
¡ Cuánta belleza !
19/8/07

La casulla
Nos dice la Institución General del Misal Romano, documento que en su tercera edición fue promulgado por Juan Pablo II en el 2000 y que regula la celebración de la Misa en el rito romano de la Iglesia Católica que, la casulla -puesta encima del alba y de la estola- es la vestidura propia del sacerdote para la celebración de la misa y los ritos directamente relacionados con ella. Igualmente los sacerdotes concelebrantes deben utilizar la casulla, pudiendo omitirla tan sólo cuando no hubiere suficientes vestiduras, aunque el celebrante principal debe siempre portarla. Conforme el Ceremonial de los Obispos, promulgado en 1983, es también la vestidura exterior propia de los obispos cuando celebran la misa. La casulla debe concordar con el color litúrgico determinado por la legislación eclesiástica.
La alegría de ser cristiano
17/8/07

María asunta al Cielo
14/8/07
Toda fiesta mariana es una oportunidad para meditar sobre algún aspecto concreto de la madre de Dios. En esta fiesta de la asunción de María al Cielo me parece acertado meditar sobre el papel de nuestra madre como poderosa intercesora de todos sus hijos.
El amor de madre es un amor indescriptible, constante, fortísimo. Es es el amor que más se parece al amor de Dios. Dicho esto, es conveniente recordar que realmente somos hijos de María y realmente Ella nos ama como madre que es. Por esta razón, no dudemos en implorar su protección, en pedir la gracia divina a través de Ella, en acogernos a Ella como el hijo que busca el calor materno. No dudemos en amarla, en imitarla.
La asunción de María se me antoja como el culmen de la obra prodigiosa que Dios inició en Ella. A Ella, que participa tan abundantemente de la Gloria y que es medianera de todas las gracias, elevemos nuestra plegaria para que interceda por la Iglesia y el mundo.
Los signos de la veneración Eucarística
12/8/07

"
Laus Deo
10/8/07


Conocer y practicar la Religión
9/8/07
Aprender de la naturaleza
29/7/07
Perdonar
21/7/07
"Desde mi punto de vista, el perdón supone dar cinco pasos.
El primer paso es aceptar y permitir el dolor, tengo que aceptar que me ha dolido, no debo disculpar enseguida al otro, como que no tiene la culpa, porque a mi me ha dolido.
El segundo es permitir que se exprese la ira, es justamente la ira la que me deja echar de adentro mío al otro, guardar una distancia sana frente al otro. Si no puedo perdonarle, entonces le doy poder, sigo vinculado, atado, pendiente de él, y mediante la ira puedo expresar: yo lo echo de adentro mío, entonces empiezo a sentir la ambición de poder vivir por mi mismo, sin depender del otro.
El tercer paso es describir objetivamente que es lo que pasó, ¿porque me he sentido tan herido?, ¿la palabra del otro acaso ha abierto una antigua llaga en mi alma?, trato de comprender que es lo que ha pasado en mi y en el otro, sin hacer una evaluación.
Recién entonces va a llegar el cuarto paso, que es perdonar, y que quiere decir no permitir que afloren los sentimientos de culpa, perdonar es un acto terapéutico, de liberación. Yo me libero de la energía negativa del otro, si no puedo perdonar entonces sigo ligado a él y le doy demasiado poder.
Conozco personas que no sanan porque no están en condiciones de perdonar, perdonar evidentemente es condición previa para sanar. Un hermano que acompaña a moribundos me ha dicho que algunas personas no pueden morir porque no pueden perdonar, siguen todavía manteniéndose aferrados a las viejas heridas, y solo cuando perdonan pueden morir, confirmamos entonces que perdonar es un acto terapéutico, es liberarse del poder del otro.
Y en el quinto paso "las llagas deben transformarse en perlas", allí donde el otro ha herido, ahí me duele, ahí se ha abierto una herida, pero esa herida también puede ser algo valioso, en una herida puedo descubrir mi propia capacidad de hacer las cosas bien, y cuando he traducido la herida en perla, en algo valioso, entonces no me muevo en torno a ella permanentemente, sino que se que me ha permitido desarrollar nuevas capacidades, para convertirme en una persona mejor.
En la Biblia , Jesús nos muestra un camino para encontrar la calma. Leeré rápidamente un texto del Evangelio de San Mateo donde se habla justamente de esta tranquilidad, Jesús dice en el capítulo 11: "vengan todos hacia Mí los que tienen que llevar pesadas cargas, Yo les procuraré tranquilidad, llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mi que soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas".
Jesús promete calma a aquellos que llevan cargas pesadas, ahora la pregunta que nos debemos plantear es: ¿qué tipo de personas son?. En el caso de los judíos eran aquellas personas que querían cumplir al pie de la letra todas las leyes, ese hoy no es el caso entre nosotros, pero todos conocemos personas que quieren cumplir con leyes interiores, con las leyes de su propia ambición. Está bien practicar deportes, hacer jogging, comer bien, pero hay personas que se sobreexigen con ello, porque permanentemente plantean o reivindican ciertas metas, por ejemplo: "todos los días tengo que correr diez kilómetros", entonces todo se convierte en rendimiento y nada llega a la calma por cuanto se ven presionados permanentemente por esa ambición interior. "
Extraído de una conferencia en Argentina del monje benedictino alemán Anselm Grün.
Oración y autoconocimiento
"El objetivo de la oración es volverse uno con Dios, un escritor muy importante que vivió en el siglo cuarto dice que "la oración es la mayor dignidad del ser humano", así que a través de la oración hay que hacerse uno con Dios, esa es la vocación del ser humano, ese es el mayor regalo.
Pero en ese camino de convertirse uno con Dios, en esa senda de la contemplación, nos debemos encontrar primero con nosotros mismos, el mismo escritor dice: "si quieres conocer a Dios, empieza por conocerte a ti mismo primero", para él no existe realmente un encuentro con Dios antes de que nosotros mismos nos encontremos realmente con nosotros, si no nos confrontamos con nuestra propia verdad, con nuestra propia realidad, corremos el riesgo de proyectar nuestras imágenes a Dios, y ahí nos encontramos con nuestras propias proyecciones y no con el verdadero Dios.
De ese modo escribió un libro acerca de la oración con 153 pequeños capítulos donde describe cuales son los pasos para llegar a una verdadera oración: al principio nos encontramos con la ira, con las diferentes pasiones, luego podemos ir dejando estas a un lado y nos enfrentamos a las preocupaciones, a nuestros problemas, luego se nos presentan nuestros pensamientos teológicos, que pensamos acerca de Dios, después de eso nos enfrentamos a las imágenes que tenemos de Dios y algunos se quedan ahí, con esas imágenes de Dios y se sienten bien, pero dice el autor: "si nos quedamos con las imágenes, entonces tomamos el humo en lugar del fuego".
Unirse a Dios, ser uno con Dios, significa ser uno con el fuego, es decir transformarse totalmente a través de Dios. "
Para pensar
16/7/07
Propongámonos revisar y humanizar nuestra conducta. Revertirá en bien de todos.
Familia y oración
15/7/07
Hoy día rezar en familia no es muy común, por ello debiéramos reavivar esta sana costumbre aunque sólo sea con la oración del padrenuestro.
Demos a Dios el lugar que le corresponde en nuestras vidas y hogares.
Contemplación
14/7/07
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
No me tienes que dar porque te quiera,
Amarse y sentirse amado
13/7/07
La santidad
Los santos son un estímulo en nuestro peregrinar, muchas veces dificultoso. La sociedad está cansada de oír hablar de Cristo y , sin embargo, está ansiosa por ver cristianos íntegros. Nadie queda indiferente al indagar en la vida de la beata madre Teresa de Calcuta, de Francisco de Asís o de Francisco Javier, por poner algunos ejemplos. Son vidas que nos interpelan, son evangelios hechos carne.
Pidamos al Padre que nos envíe su Santo Espíritu y dejemos que Él obre en nosotros sus maravillas.